martes, 14 de diciembre de 2021

Ciber Gelada


Entre todos los trolls y haters de las redes sociales y foros de internet, el CiberGelada ocupa la cúspide de la pirámide evolutiva.

Déjate arrastrar a su mundo de podredumbre moral e intelectual, donde se encuentra como pez en el agua, y te triturará con sus incisivos exabruptos sociopáticos.

Todo un subgénero del reino animal.

martes, 19 de octubre de 2021

Bugatti Chillón


No hace falta ser Einstein para saber que el movimiento es relativo, incluso en los sistemas de coordenadas mentales que derrapan en las curvas...

lunes, 12 de julio de 2021

Vacunación Faraónica



Poco a poco la "Plandemia" va sucumbiendo al esfuerzo titánico de vacunar a toda la población. Es un reto de dimensiones faraónicas, pero el Covid encontrará al fin su lugar en el sarcófago de la historia. 

jueves, 24 de junio de 2021

Pesadilla de mascarilla


Las pesadillas son de las pocas cosas que tienen el final feliz garantizado, y esta en concreto, la de la Pandemia, no iba a ser menos.

Antes de lanzar las campanas al vuelo, eso sí, y ponernos a celebrar como locos nuestro derecho a respirar libremente y a pleno pulmón, debemos si bien, hacer un último reconocimiento a las mascarillas. Felicitarlas por el papel jugado, sobre todo con los que no somos excesivamente agraciados, y el ahorro que en general nos ha supuesto a la humanidad no solo en salud, sino en lápìz de labios, espuma de afeitar, dentífrico, colutorios, chicles mentolados, cremas antiarrugas y tantas cosas más que, ahora, de nuevo, volverán a ser imprescindibles.

Y por si las moscas, no les diremos adiós, sino hasta siempre, que es lo que se les suele decir a quienes sabemos que no vamos a ver en mucho tiempo, por no decir ya nunca más, o incluso jamás de los jamases.  

jueves, 13 de mayo de 2021

Black Lives Matter



En estos últimos años en los que la sociedad estadounidense vive agitada por la lacra del racismo, y su reflejo más aparente, en la forma de brutalidad policial, conviene una y mil veces más, si es preciso, recordar lo importante de su erradicación.

Y ahora que la pandemia del Covid parece ya por fin dar su brazo a torcer, urge retomar estas y otras luchas incruentas, encaminadas a mejorar el mundo y las vidas de todos y cada uno de sus habitantes, más allá de ensoñaciones utópicas, a través de la concienciación.

Vacunar la mente contra la proliferación de ideologías tóxicas, también presentes aquí, en Europa, y en plena expansión contagiosa, es un deber de carácter humanitario, e incluso sanitario, porque la razón también enferma en el contacto con las masas radicalizadas al extremo, ebrias de populismo, y suele ser siempre con consecuencias desastrosas.

El racismo delata la maldad de las personas, pero por sobre todo, y más aún, su estupidez. Todos estamos donde estamos, y somos quienes somos, porque un día un mono de hace millones de años decidió bajarse de la rama de su árbol, y abrirse camino por el ancho mundo, emigrando en pos de un futuro mejor. 

No somos iguales, pero todos valemos lo mismo. Y en la medida en que seamos capaces de hacer avanzar, evolucionar, progresar, a nuestra especie como conjunto, así será juzgada nuestra aportación por las generaciones venideras.


domingo, 14 de marzo de 2021

De naturaleza aburrida


Leo con pavor que las poblaciones de rinocerontes en Asia, y también en África, rozan ya lo insignificante, antesala de una extinción más que garantizada en pocos años. Sus cuernos, parece ser, lo curan todo en la medicina tradicional china, desde un resfriado hasta un cáncer terminal, pasando claro está por el Covid. La panacea.

A esto añádasele la caza furtiva, la corrupción de los gobiernos locales, las sumas desorbitadas de dinero que ofrecen magnates y traficantes de la superpotencia asiática a gente que vive en la pobreza más calamitosa, y ya tenemos la ecuación perfecta.

Así, hay que ir haciéndose a la idea de un futuro sin rinocerontes. Adiós amigos narigudos.

Pero no serán los únicos en desaparecer. La obsesión, de nuevo, en el reino del centro, por los apéndices protuberantes de las bestias, lleva a que los tiburones estén también en el disparadero.

En su caso por la archifamosa sopa de aleta de sí mismos, que no tiene pinta de tener un sabor delicioso, cosa que ni sé, ni quiero saber, pero que, por lo visto, proporciona vigor e impetuosidad proverbiales a la desmejorada, marchitada por los años, idiosincrasia masculina.

Y todo ello en la era de las pildoritas azules...

Buenas noticias para los amantes de la seudociencia; malas para la biodiversidad marina.

Por eso, mientras que puede que a un gran número de humanos, hoy en día, la naturaleza les parezca algo aburrido y prescindible, nada comparable a sus celulares de última generación, tal vez en un futuro les resulte además increíble.

¿De verdad existieron esos bichos?, se preguntarán. 

¿Y cómo podrán estar seguros de tal cosa? ¿Quién será capaz de convencerles de que no salieron de la mente de algún diseñador gráfico o programador de videojuegos?

En la época, que recién estamos inaugurando, del bulo cibernético y la suplantación hiperrealista, serán una gota más en el océano.

Pasará como con los dinosaurios... ¿Nos cuentan ahora que tenían plumas? ¡Y a mí qué! ¡Pues que los suban a las carrozas del desfile del orgullo! ¡¿Qué interés tiene?!

Un mundo sin rinocerontes, sin tiburones, sin leones, sin elefantes, sin osos polares, sin ballenas... Solo humanos, ratas, cucarachas y mosquitos, con sus correspondientes virus y bacilos oportunistas, conviviendo en armonía y amor libre. Espero no vivir para verlo.


domingo, 17 de enero de 2021

Quédate en casa 2


 Un nuevo confinamiento estricto se nos avecina, ¿seremos capaces de librarnos?

¿Y del Covid? ¿Quién nos libra del Covid? No parece desde luego que lo vayan a hacer esas vacunas que son más lentas que el caballo del malo, y a las que el virus podría burlar con mandarse simplemente una mutación en la espícula que usa de ganzúa para colarse en nuestras células.

Desgraciadamente, ya ni en nuestras propias casas podemos estar seguros, puesto que un agente infeccioso todavía mucho más letal pugna por infiltrarse, y ese es la ruina económica.

En la disyuntiva entre enfermedad y pobreza, hay quien parece haber elegido un poquito de esto y otro poquito de aquello, que la salud y la riqueza ya llegarán cuando Dios quiera, así casándonos ante la ley con esta insufrible pandemia que nos coarta, tiraniza y aborrega.

El 2021 venía con mucho brilli-brilli, pero es más de lo mismo. Suerte y ánimo con estos nuevos meses de incertidumbre que se ciernen sobre nosotros; y a seguir cuidándose mucho. Resistir es vencer.