domingo, 29 de abril de 2012

Al son de Adelson


Bueno, pues parece inevitable que vendrá a España la basura esa del "Eurovegas".

Los políticos de Madrí y Barça - perdón, de la comunidad de Madrid y de la Generalitat de Catalunya - se la están disputando entre ellos, a costa de ceder lo máximo posible en materia de legislación y prebendas.

Sólo faltaría ya que Pepe, el defensa central de los blancos, y Alves, el carrilero blaugrana, se implicaran en la partida y pusieran sobre el tapete su repertorio de marrullerías, para terminar de dilucidar quien de los dos se acabará finalmente llevando el gato al agua.

Entretanto nos quieren convencer de que este parque temático de la ludopatía, de la prostitución, del tabaquismo, franquicia del consumismo compulsivo, generará prosperidad y riqueza. ¡Menuda nos la quieren colar!

Y no sólo después de construido, sino durante el proceso, pues nuestra maltrecha economía del ladrillo vivirá una segunda juventud, dicen.

Más me tiene pinta a mi, en cambio, que para poner en pie este Dubai cutre, este Macao de todo a cien, sobre el papel, lleno de rascacielos subprime - nada de Mies van der Rohe, Calatrava, Norman Foster, ni nada que se le parezca - no se contratará al paisanaje local, sino como en otras partes del mundo, se traerán consigo a sus legiones de paletas y mozos de cuerda pakistaníes, en régimen de semiesclavitud; y una vez acabado el chollo, se les soltará por los alrededores, como mascotas exóticas que se han vuelto incómodas de mantener, y que una vez libres alterarán irreversiblemente el medio y desplazarán a la fauna local.

En fin, ese es el trato, más delincuencia, más paraísos de la alegalidad, más regiones de nuestro solar patrio gestionadas desde la excepcionalidad, y por si fuera poco, junto con Gibraltar y las bases yanquis, un nuevo polo atractor de la ignominia, a tan sólo escasos kilómetros de la capital del reino. Del reino de la dinastía urdangarino-botsuana, por supuesto.

¡Ay, que me da la risa! Y encima dicen que es Madrid el lugar ideal para montar ese circo, pues es a la capital de España a donde viene el turismo con mayor poder adquisitivo, y que - para entendernos - es el que se gasta más cuartos en darse caprichos.

Vamos, que en adelante toda esa gente, en lugar de visitar el museo del Prado, el reina Sofía, el palacio real, comer en los mejores restaurantes de la ciudad, y alojarse en hoteles de renombre, se desviará, por convicción y apetencia propia, a ese megacomplejo del vicio y la chabacanería, a lanzar los dados y perder hasta la camisa. En fin, somos muy ingenuos. Y muy propensos al timo.

¡Ay, qué poco hemos evolucionado desde que Tony Leblanc encarnara en sus películas al típico paleto castizo, que vivía todo el día con la picaresca a cuestas, para acabar siendo víctima de sus propios embolados!

Y la realidad es que con sólo echarle un vistazo al promotor de todo este chiringuito, el Adelson famoso ese, bastaba para hacerse una idea de la calaña de las mafias con las que se está negociando.

Bueno, aceptémoslo, esta es la siguiente fase de la crisis. Ahora que nos hemos empobrecido, toca arrastrase e ir mendigando por las esquinas para que nos echen al plato la calderilla sobrante. Aquí es a donde hemos ido a parar, después de que el nuevo gobierno se haya demostrado incapaz de resolver el problema del desempleo rampante, y se ponga a sablear a todo el mundo, cebándose como siempre, con los ya muy exprimidos y baqueteados trabajadores.

Mientras, bancos y constructoras se relamen. Una segunda oportunidad, el remedio milagroso para sus cuentas enfermas, o eso creen. Pero esto es pan para hoy y hambre para mañana. Ni siquiera ellos van a poder meter la cuchara a gusto, aunque con poquito que les dejen, se darán por satisfechos, pues calmará, aunque solo sea de forma transitoria y paliativamente, el espantoso mono que padecen de liquidez.


Resumiendo, que yo no quiero ver a la juventud de mi país repartiendo cartas, ni trabajándose clientes por las esquinas.

¿Dónde está la iglesia, que siempre habla tan alegremente de política cuando le conviene? ¿Por qué calla ahora? Toda esta ciénaga de corrupción e inmoralidad que se nos viene encima, esta Sodoma y Gomorra de neones epilépticos… ¿ni le va, ni le viene, ni frío, ni calor…?

¿Y las élites intelectuales? ¿Existen realmente? ¿Salen de sus torres de marfil alguna vez para preocuparse del bien común, o con embolsarse sus cánones de esto y de aquello, sus subvenciones pactadas y firmadas con los mismos politicuchos que no dudan en postrarse ante los “ludodólares” gangsteriles, ya consideran que se han ganado honradamente el pan?

Los mismos indignados… ¿Dónde os habéis metido, chavales? Acaso no veis que es vuestro futuro el que está, nunca mejor dicho, en juego.

¿Habrá que esperar de nuevo a que sea junio, y que vengan los exámenes, para que se os inflame la vena contestataria y mováis el culo por una causa justa?

¡Dios mío, qué asco tan grande! Nos van a plantificar una mierda XXL, enfrente justo de nuestras narices, y parece que somos sólo cuatro gatos los que nos rasgamos las vestiduras.

No os indignéis, ya habéis visto que no merece la pena. Esta es la hora de la verdad, y, dichas a la cara, las verdades no le gustan a nadie.
Confiarle vuestras ilusiones al calvo de la lotería, que os va dar bien… ¡Bien por ahí!

Y como no me queda otra, termino apelando a la heroica.
¿Madrileños? ¿Estáis ahí? ¿Vais a dejar que vuestros rectos y sabios comendadores os conviertan en la verruga de Europa? ¿Qué ha sido del espíritu del dos de mayo?
¿Permitiréis que esta invasión de agentes patógenos se adueñe de vuestra identidad colectiva?
¿O es que, resignados a lo que venga, aceptáis para los restos apencar con la servidumbre de las tragaperras?

En fin, que será mejor que os deis prisa, si es que en realidad tenéis intención de pararles los pies a los políticos… Recordad lo que dice la regla de oro. Ficha movida, ficha comida.