martes, 1 de marzo de 2022

La Nueva Letalidad



Empezó en un rinconcito del mapa y, en cuestión de semanas, ya se había extendido por todo el globo. ¿Wuhan? ¿Kiev? 

Sí, creíamos que ya se acercaba la nueva normalidad, y en realidad, nos estaba esperando la nueva letalidad.

Para los que dicen que el virus no existió, que fue un invento, que las medidas sanitarias fueron un ataque a su libertad individual, de común acuerdo entre todos los gobiernos del mundo, la guerra de Ucrania supone un desafío mayor si cabe. Antes todos a una, ahora todos peleados.

Por desgracia para ellos siempre encontrarán una explicación. Más de lo mismo, tal vez, en esta eterna comedia mundanal que se representa a diario, por y para ellos. Para engañarlos, naturalmente.

Un esfuerzo titánico para convencer a unos cuantos mendrugos que ya ellos solos, sin la ayuda de nadie, se hacen la picha un lío.

Gente, por otra parte, no muy distinta a esos mandatarios y gobernantes de los que aseguran ser víctimas. Y lo son, ciertamente, pero no como ellos creen, sino más burdamente. Sin ninguna elaboración, sin polvos mágicos ni efectos especiales.

El ansia de poder y riquezas, con la destrucción de la vida y del planeta como efecto colateral, del que sus inteligencias, escasas, hacen oídos sordos, es la finalidad última de sus políticas.

Aunque quizás si sueltan de golpe, ya por fin, todo su arsenal nuclear, se logré alcanzar el sueño de otros grandes "conspiranoicos", y se alcen estos con la razón, contra todo pronóstico, en una Tierra aplanada por los misiles y la ignorancia de las altas esferas.