martes, 18 de noviembre de 2008

Plutonianos


Este dibujo está algo pasado de fecha, lo admito. De hecho hoy el sector inmobiliario, en cuya voracidad estaba basado, ya no es ni la sombra de lo que fue. Tiene, pese a todo, esa cierta candidez de las miradas en retrospectiva.
Recuerdo, al igual, que en aquellos días plácidos, ya lejanos, era noticia de titulares un hecho tan superfluo como la disyuntiva en la UAI (Unión Astronómica Internacional) de si, al hasta entonces planeta Plutón, se le mantendría la susodicha categoría de planeta o se le rebajaría a la de mero asteroide.
Una tontería de lo más pueril cuando le afecta a un pedrusco que flota en mitad de la nada, pero que tranquilamente nos puede amargar un rato largo la existencia, si la china nos cae a cualquiera de nosotros, y, por poner un ejemplo extremo, pasamos, de la noche a la mañana, como el ex-presidente de los EE.UU. George Bush, de ser el hombre más poderoso del mundo, a no más cosa que otro desempleado más.
Lo cual lo liga aún más a la trágica suerte de nuestro destronado astro menor. Aunque, por otra parte, al tratarse del dios mitológico Plutón, del que este último tomó su nombre, amo y señor del inframundo, ya debería tener el cuerpo hecho a esta clase de afrentas.
Claro que, al inefable ex-presi Bush, creo yo, que le va un poco más a juego la analogía con Marte, dios de la guerra.

2 comentarios:

Notengonombre dijo...

Joder, y qué me dices del infierno?, ahora va y resulta que como tal no existe (lo dijo el papa) y lo del purgatorio..., vaya tela.
Somos unos putos iconoclastas.
A mí Bush, desde que llamó Ansar a Aznar, me caía bien.
R.I.P.

Ester García dijo...

Desde luego, yo creo que ocurrirá... cuando nos carguemos el planeta.

A este paso...
:)

Besos!