sábado, 29 de septiembre de 2018

Inteligencia zero



Pronto el mundo funcionará solo y no necesitará más de los seres humanos para nada. Las máquinas se encargarán  ya por fin de hacerlo todo, y lo que es mejor, de hacerlo todo bien.
Y todo gracias a la inteligencia artificial. Una inteligencia zero. Cero errores.

Así, nosotros, más propensos a la equivocación, y en general a la burricie, podremos también dejar nuestros trabajos, y quedarnos el día entero en casa, haciendo, por ejemplo, cosas tan equivocadas y rematadamente tontas como alimentar (de contenidos) un blog.

El caso es que a mí las cosas “zero” no me gustan demasiado. Cero grasas, cero azúcares, cero alcohol… No hace mucho le quitaron un 50% de azúcares a mis yogures favoritos, y desde entonces no los trago.
Imagino que ese 50% fue sustituido por algún otro edulcorante sintético, de dudosa procedencia industrial y desconocidos efectos adversos sobre la salud, pero en el fondo eso me hubiera dado lo mismo, si el sabor no se hubiera visto tan alterado.

Puedo entender que se llegue un día a unas estadísticas de tráfico con “zero” accidentes, a costa de sacrificar, como decía algún anunciante de coches de gama alta, “el placer de conducir”, pero me resisto a que un bot de una entidad financiera, con fines especulativos, haga operaciones de alto riesgo, infinidad de ellas por segundo, con las contribuciones de mi futura pensión.
Y es que por mucho que afinen el tiro, esas cosas las carga el diablo.

Y, lo que es más grave, con todos estos “adelantos”, la sensación es de que las personas cada vez importamos menos, e incluso que se tolera peor nuestra propia personalidad, con todos nuestros defectos y virtudes, por no hablar de las manías, vicios, y cabezonerías añadidas. Debilidades tan humanas todas.


Sinceramente, prefiero un mundo en el que exista el derecho a equivocarse. Aun cuando nuestra intención siga siendo, por supuesto, estar siempre en lo correcto. Faltaría más.

3 comentarios:

Genín dijo...

Si, ¿Te has dado cuenta de que todo lo rico es malo para la salud?
Igual que antes, ahora ya no tanto, pero el sexo era pecado y estaba prohibido, y sin embargo los curas poniéndose morados, lo malo es que no era ni es solo con mujeres...
En fin, mejor dejarlo, porque de seguir iremos a parar al ateísmo y defenderlo...
Salud

Alís dijo...


Los errores están demasiado demonizados, por eso cuesta tanto admitirlos, corregirlos, pedir perdón ... Escuché a una astrónoma decir que la raza humana evolucionó gracias a errores genéticos, lo que me hace valorarlos más.

Y permíteme comentar el comentario de Genín. Lo malo no es que los curas no se acostaran sólo con mujeres, lo malo es cuando tenían sexo no consentido, sobre todo con menores.

Me alegró descubrir que sigues manteniendo vivo tu blog.

Un abrazo

Food and Drugs dijo...

Genín, con todos los curas de este mundo no hacemos uno bueno.
Alís, mantengo mi blog activo por una simple cuestión de terquedad.

Un abrazo a los dos y gracias por visitarme.