domingo, 20 de marzo de 2016

Incompatibles



Unos valores sólidos son (de alguna manera) incompatibles con unos dientes sanos y fuertes.
Suena a tontería. Si queréis no me hagáis mucho caso, pero yo siempre supe que una higiene bucal excesiva nos hacía más propensos a las iras y la incomprensión de según qué determinados colectivos, como por ejemplo, el de los dentistas.
No se puede agradar a todo el mundo. Es ley de vida. Y eso se extiende incluso a las bacterias que producen el sarro. 
Aunque a ellas más que a nadie, claro está, les gustaría que se les tratase con dulzura.

1 comentario:

Genín dijo...

jajajaja Buena reflexión, menos mal que por falta de dientes hay muchos jubilados sin esos problemas...tienen otros...jajaja
Salud