domingo, 13 de marzo de 2011

364 días por delante


Hace como una semana volvió a ser el día internacional de la mujer, y yo, que andaba un poco remolón a la hora de postear algo por aquí, me dije a mi “pispo”, ¡Pues, mira tú, ya tengo tema!
Voy a hacer un homenaje a esas sufridas hembras nuestras a los que los hombres tanto les hacemos la vida imposible.
Y en un principio pensé en elegir un tono machista y abiertamente frentista, para que luego los lectores que me conocen en persona no me vengan con la cantinela de qué hipócrita… cuanto cinismo… menudo demagogo… qué queda-bien… Cómo les das jabón a las internautas, que no pueden ver como en materia de tareas domésticas no le das un palo al agua…
Pero el tema es que hay que reconocer que no es justo que las mujeres tengan solamente un día del año para ellas, pues eso implica que los 364 restantes pueden perfectamente seguir como hasta ahora, es decir, bajo el control absoluto del macho ibérico.
Ante todo, hay que ser justo.
Dicho esto, a mi lo de la igualdad me trae al fresco, pues lo que en realidad quieren las feministas más radicales es mandar y ser presidentas de esto y portavoces de aquello otro, y yo ya hace mucho tiempo que tengo asumida mi total sumisión a los dictados del bando femenino.
Que se peleen, que se saquen los ojos, con esos otros especimenes del mismo o del género opuesto, obsesionados con llevar la voz cantante, y a mí que me dejen tranquilo. Yo pagaré religiosamente mis tributos de fiel vasallo, sin sentimentalismos. Seguiré acatando mi condición de gris contribuyente.
Así hasta que a alguna mujer policía se le ocurra apalearme, o lanzarme un escupitajo al careto, como ocurrió con Mohamed Bouaziz y se me desaten las furias revolucionarias.
Pero mientras eso no suceda, os dejaré con mi última creación cuentística, La caja tonta, legible únicamente en Status: Playing, en la que una vez más desarrollo en profundidad mis teorías peregrinas acerca de la vida, el amor, la soledad, las relaciones de pareja y muchas otras cuestiones semejantes, unas veces agridulces, y otras saladas como perros, que espero que al menos os ayuden a combatir el aburrimiento.

Un beso muy grande a todas mis lectoras, que son unos soles.
Y los lectores que no se celen, que un día pasa pronto, hombre!

5 comentarios:

Merce dijo...

No me gustan los "días de", ninguno, y el de la mujer no va a ser una excepción.
No me gustan las feminista ni sus reivindicaciones que nada tienen que ver con la igualdad. No me gusta que se despilfarre el dinero en tonterías como muchas de las que se ocupa el minsiterio de igualdad ¿de igualdad?... en fin, que me lío, pero es que hay cosas con las que, como mujer, no puedo...

Besos, Food. Por cierto ya era hora de que escribieras algo. ;-)

Genín dijo...

¿"los 364 restantes pueden perfectamente seguir como hasta ahora, es decir, bajo el control absoluto del macho ibérico".?
¡Anda ya!
¡Eso no te lo crees tu ni harto de vino! jajaja
Salud

Anónimo dijo...

Guapo, aunque últimamente te prodigas poco por la blogosfera propia y ajena (y sí, es un reproche no disimulado), me confieso debota de tus reapariciones, aunque muchas veces no comulgue con tu visión "machirula" de los acontecimientos. Pero ¿qué sería de nosotros si fuéramos iguales? ¡No, por Dios!

Ya te he dejado un final de justicia en tu relato, que debo confesar, me ha sacado una sonrisa permanente desde la primera hasta la última línea (casí se me hace una contractura en algún músculo facial).

Un beso, a pesar de los pesares.

¿Vendrás el día 1? Seguro que no tienes nada que hacer...

Juanjo Montoliu dijo...

Espero que, al menos, ese día, cogieras la escoba aunque sea un minutillo.

Fiebre dijo...

Me pongo al lío...que hoy, por fin...tengo tiempo.

Y NO! ¡Que manía!
Si es que no somos iguales...ni de coña.

P.D. Te tengo que queré.