Tal vez un día la lógica humana se imponga entre los últimos
vestigios de fauna salvaje del planeta. Depredador y presa, se sentarán entonces
a hablar, negociarán, se harán mutuas concesiones, llegarán a acuerdos y
enterrarán viejas rencillas. Se aliarán para afrontar retos y problemas
comunes, como por ejemplo su común extermino, a fuego lento, por la mano del
hombre y su insaciable apetito de dominación.
O sencillamente, incapaces de empatizar con su antagonista, se
verán diezmados, se extinguirán y desaparecerán. Pero mientras ese día no
llegue, seguirán persiguiéndose y escapándose los unos a los otros, atacando
este y huyendo aquel, y cómo no, repartiéndose entre sí, a partes iguales, dentelladas
y coces, y después de eso, más dentelladas y más coces, en la feroz e indesmayable
lucha por la supervivencia. Naturaleza obliga.
1 comentario:
No se, no veo yo a un tigre o aun León haciéndose vegetarianos para poder negociar con sus victimas, cuando estas son parte esencial de su alimentación...jajaja
Salud
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